Una instalación “ancla” es cuando unimos tres componentes principales: las luces UVC, el área que deseamos desinfectar, un sensor de movimiento y calor infrarrojo de última tecnología.
Con esta instalación podremos contar con parámetros exactos, que nos permitirán conocer que tan lejos de la fuente de luz está nuestra área infectada, sabremos por dónde entrará y saldrá el tráfico de manera natural, conoceremos con mayor precisión los intervalos de tiempo entre cada interacción. Al contar con estos datos rigurosos, podremos calcular la cantidad justa de radiación de luz necesaria para desinfectar un área entre cada interacción. La instalación anclada significa que podemos proporcionar una solución personalizada para un entorno en particular sin usar más luz de la requerida, reduciendo así el riesgo y el costo.
Tres son los factores principales que determinarán cuánta radiación UVC necesitamos para desinfectar un área. En primer lugar, el poder de la luz, en segundo la distancia desde la fuente de luz al área infectada y, por último, la duración de la exposición.
Hay algunos otros parámetros menos importantes, como el ángulo de incidencia, la humedad y la temperatura ambiente, para tener en cuenta. En todos nuestros productos, este principio forma la base de cómo diseñamos e implementamos soluciones. Al acercar la fuente de luz UVC lo más cerca posible al área infectada, así como la luz que opera entre todas y cada una de las interacciones humanas, logramos los mejores resultados posibles.
Hay muchas formas de desinfectar áreas en nuestra vida diaria. Manualmente mediante esterilizadores. Esta es una forma efectiva, pero solo si se hace entre cada interacción del usuario, también requiere mucha mano de obra y, por último, pone en riesgo al personal de limpieza. La llamada limpieza profunda. Esta es una forma eficaz de limpiar un entorno, sin embargo, desde la primera interacción de una persona infectada, vuelve al punto de partida.
El uso de grandes bancos de radiación de luz UVC para desinfectar habitaciones enteras es ineficaz porque dependemos de mucha más luz de la necesaria, esto solo lo puede hacer un equipo capacitado y, una vez más, solo dura el tiempo que el primer infectado persona llega a la zona. La luz no se puede doblar en las esquinas, por lo que tratar de limpiar una habitación entera llena de muebles y obstáculos de luz será un desafío. La forma más eficaz de mantenernos a salvo es limpiar un área comúnmente tocada por muchas personas entre cada interacción. Nuestra solución hace exactamente eso.
Felipe Illanes
+56-99-3370106
www.salsystems.cl
felipe@salsystems.cl